martes, 22 de mayo de 2012

Los neumáticos Pirelli, desde la fábrica hasta los boxes de la F1


Pirelli lleva a cada Gran Premio 1.800 neumáticos, pero el destino de estas cubiertas se controla desde mucho antes que lleguen al circuito. Ahora bien, ¿cómo es el recorrido que hace un neumático desde que se fabrica hasta que rueda en la pista?
Los neumáticos de cada carrera se fabrican en una producción específica para cada Gran Premio, en la factoría de Izmit, localizada a las afueras de Estambul, capital turca. Durante el proceso de producción, cada cubierta cuenta con un código de barras, otorgado por la FIA, que actúa como 'pasaporte' del neumático. Este código, que se incrusta durante el proceso de vulcanización y no puede extraerse, contiene todos los detalles de cada neumático, haciéndolo trazable durante el fin de semana para el software de Pirelli RTS (Sistema de Neumáticos de Competición), que puede leerse y actualizarse con todos los datos.
Durante los Grandes Premios de Europa, los neumáticos se trasladan desde Turquía al centro de distribución y logística de Didcot, en el Reino Unido. Una vez allí, un inspector de la FIA recibe un listado con los códigos de barras relacionados con las cubiertas que se trasladarán a la siguiente carrera. La FIA otorga, de forma aleatoria, los códigos de barras –y por tanto neumáticos– a cada uno de los equipos. Pirelli no se involucra nunca en ese proceso, por lo que no tienen ninguna influencia sobre los juegos que se otorgan a cada equipo. Sin embargo, cabe destacar que todos ellos superan un estricto control de calidad para asegurar que todas las unidades que dejan Izmit son idénticas.
Una vez en el circuito, los neumáticos se distribuyen a los respectivos equipos, siguiendo la lista preparada por la FIA. De ese modo, la FIA y Pirelli se aseguran de que los equipos usan los neumáticos correctos.
Cada equipo cuenta con un ingeniero Pirelli que trabaja durante todo el año con ellos. Sin embargo, la base de datos que cada ingeniero prepara permite a dicho ingeniero consultar únicamente los datos de su equipo, evitando comprometer de ese modo las estrategias individuales. Los datos de desarrollo son revisados por los ingenieros sénior de Pirelli, que controlan toda la información para ayudar al equipo de Ingeniería y Desarrollo en su labor de creación de una nueva generación de neumáticos.
Tal y como apunta Paul Hembery, responsable de Pirelli Motorsport: "Incluso si lo quisiéramos –que no– no podríamos influir en qué neumáticos recibe cada equipo, ya que es un trabajo del que se responsabiliza únicamente la FIA, desde que los neumáticos dejan Izmit. Es tan sólo una medida de imparcialidad con los equipos, una de las prioridades como proveedor único. El método de trabajo de nuestros ingenieros también asegura la máxima confidencialidad, que es siempre de suma importancia".
 CUENTA ATRÁS HACIA EL GRAN PREMIO:
Pirelli, con la aprobación de la FIA, selecciona los neumáticos para la carrera, un compuesto más duro y otro más blando. Se inicia entonces la producción de neumáticos específicos en la fábrica de Izmit, unos 1.800 de Fórmula 1, 700 para GP2 y 600 para GP3.
En la temporada europea, los neumáticos se trasladan a Didcot: un viaje de aproximadamente 3.100 kilómetros desde Turquía de tres días. Las gomas llegan a Inglaterra, donde se escanean los códigos en el Sistema Pirelli y la FIA recibe la información sobre esos códigos de barras.
Por sorteo, la FIA asigna esos códigos a cada equipo. A partir de ese momento, el equipo selecciona esos códigos y se cargan en siete camiones para ser transportados a cada Gran Premio (cuarto camiones para F1, tres camiones para GP2 y GP3).
Una semana antes, los camiones dejan Didcot y llegan al circuito el lunes antes de la prueba. Los 18 montadores organizan el área de montaje y la FIA confirma los códigos de barras de nuevo. Es entonces cuando los montadores inician su trabajo: un montador experimentado tarda 2,5 minutos en montar un neumático en su llanta. Para todas las unidades que se usan en un fin de semana requieren dos días. Los equipos son propietarios de las llantas y las llevan a Pirelli para que monten el conjunto.
Las regulaciones deportivas determinan que se debe devolver un juego de neumáticos duros tras la primera sesión de entrenamientos, y otro de duro junto a un blando antes del inicio de la tercera. Asimismo, otros dos juegos de blandos y duros se devuelven antes de la clasificación. De ese modo, cada piloto cuenta con seis juegos de slick (tres de cada) para clasificación y carrera.
 
Tras el Gran Premio, los neumáticos restantes, usados y nuevos, son desllantados y transportados de vuelta a Didcot. A su llegada, las cubiertas son transportadas a una planta especializada en la que son trituradas y quemadas a altas temperaturas para producir combustible para fábricas de cemento. El material resultante también puede usarse en superficies de carreteras y en otras aplicaciones industriales.


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